CONSUMO DE AGUA DE LOS CABALLOS

El aporte de agua reviste un interés particular, ya que en el herbívoro que es el caballo, el agua actúa como diluyente de las fibras y los concentrados, que se presentan siempre en forma seca. Este contenido metabólico de agua (extra e intracelular) también está sujeto a numerosas variaciones debido a la transpiración del caballo durante el ejercicio (20 a 50 litros por día) en condiciones cálidas y húmedas.
El consumo de agua puede variar de 20 a 80 litros al día, según el tipo de alimentación y el estado fisiológico del caballo (por ejemplo, una yegua lactante necesita de 15 a 30 litros más de agua que un caballo en mantenimiento).
Pueden observarse comportamientos de dominancia entre los caballos en torno a los puntos de agua, por lo que debe procurarse que haya suficientes y que estén suficientemente separados. La jerarquía se expresa mediante el establecimiento de distancias sociales, variando la distancia entre caballos dominantes y dominados de 3 a 50 metros por término medio. Por lo tanto, el número de abrevaderos y las zonas en las que están situados deben determinarse en función del comportamiento de los caballos, es decir, qué caballo es dominante y en qué medida.